atlanTTic desarrolla el asistente conversacional CELIA para combatir la soledad no deseada
2 de enero de 2024
Este sistema sirve para combatir la soledad no deseada entre las personas de edad avanzada y detectar de forma precoz enfermedades cognitivas neurodegenerativas

El Centro de Investigación en Tecnologías de Telecomunicación de la Universidad de Vigo, atlanTTic, que pertenece a la Red CIGUS, una iniciativa promovida por la Xunta de Galicia que engloba los centros del sistema que ha acreditado su excelencia científica, ha desarrollado el asistente de conversación CELIA. Este sistema sirve para combatir la soledad no deseada entre las personas de edad avanzada y detectar de forma precoz enfermedades cognitivas neurodegenerativas.
El proyecto, liderado por Francisco Javier González Castaño, director del proyecto en atlanTTic, busca dar respuesta a dos de los retos más complejos que afronta la sociedad actual. Como explica el director de CELIA, Pablo Campos, «se trata de un proyecto innovador de inteligencia artificial con el que mejorar la calidad de vida de las personas de edades avanzadas en varios contextos, en lo emocional y en lo sanitario».
Por otra parte, en la actualidad no existen mecanismos efectivos de detección temprana para enfermedades cognitivas como el alzhéimer o la demencia. Sin embargo, se comprobó que el tratamiento en etapas iniciales puede ayudar a retrasar su progresión y a mejorar la calidad de vida de estos pacientes. Ante este contexto, un equipo de atlanTTic trabaja desde hace cinco años para dar respuesta a ambos retos. De la valorización de estos trabajos, nace CELIA, el primer asistente de conversación que permite el uso de la voz y pone a la inteligencia artificial al servicio de las personas.
El asistente fue diseñado para acompañar, conversar, entretener con empatía a personas de avanzada edad, al mismo tiempo que monitoriza la salud cognitiva de sus usuarios a través del análisis del lenguaje y la voz. En este sentido, se ha comprobado que la voz es una herramienta biométrica cuyos parámetros permiten monitorizar enfermedades neurológicas, emocionales o cardiorrespiratorias, por lo que en el futuro se ampliará el número de enfermedades que se controlará mediante estas herramientas de inteligencia artificial.