El CIM avanza en el estudio del impacto del cambio climático en las capas altas de la atmósfera

26 de abril de 2024

El CIM avanza en el estudio del impacto del cambio climático en las capas altas de la atmósfera

Juan Antonio Añel del Centro de Investigación Marina (CIM) de la Universidad de Vigo, que pertenece a la Red CIGUS, una iniciativa promovida por la Xunta de Galicia que aglutina los centros del sistema que han acreditado su excelencia científica, lidera un equipo internacional en un proyecto financiado por el Instituto Internacional de Ciencias Espaciales (International Space Science Institute-ISSI) sobre los impactos del cambio climático sobre la atmósfera alta del planeta, la orbitación de satélites y la suciedad espacial. Esta semana, el equipo celebra en la sede del ISSI, en la ciudad suiza de Berna, su segunda reunión, en la que evalúan los avances realizados en su trabajo.

En el proyecto participan once instituciones de siete países y está, además de la UVigo, la Universidad de Oxford, la Nasa, el MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), el Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas de Estados Unidos (NCAR), el Centro de Investigación Antártica de Reino Unido, la Charles University de la República Checa, el Instituto Nacional de Investigaciones Avanzadas de la India, el Instituto Meteorológico de Finlandia, el Instituto Meteorológico de los Países Bajos y la Universidad de Leeds. Por parte de la Universidad de Vigo están Juan Antonio Añel, como líder del proyecto, y Laura de la Torre, del Grupo Environmental Physics Laboratory (Ephyslab-Centro de Investigación Marina) y también docentes de la Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio del campus de Ourense.

Objetivos y avances

Los objetivos marcados en el proyecto son varios. En primer lugar, recuerda Juan Antonio Añel, está evaluar «en qué estado nos encontramos para monitorizar los impactos del cambio climático en las capas más altas de la atmósfera, ya que ahora mismo tenemos una gran falta de datos y sistemas de observación, y las misiones de satélite previstas en los próximos años no solucionan estos problemas». El conocimiento actual sobre los impactos del cambio climático, comenta el investigador, sigue «muy restringido» a la superficie y a la parte más baja de la atmósfera del planeta. El proyecto también se propone construir una base de datos de observaciones de la atmósfera media para poder estudiar mejor dichos impactos y cuantificar el impacto de las emisiones de dióxido de carbono en la ionosfera y ciertas propiedades de la atmósfera alta, tales como la densidad de electrones. «Esto es importante porque está afectando a la navegación de satélites y a su tiempo de reentrada en la atmósfera y aumentando el tempo de permanencia en órbita de la suciedad espacial y, por lo tanto, aumentando su cantidad», señala. Por último, en el marco de esta iniciativa se realizará un informe con recomendaciones sobre cómo solucionar estos problemas.

Además de exponer los avances conseguidos en cada uno de estos objetivos por los miembros del equipo, Juan Antonio Añel señala que en esta segunda reunión «debido a la cantidad ingente de satélites que estamos poniendo en órbita, hemos empezado a discutir los impactos que la reentrada de todos ellos en la atmósfera pueda tener sobre el medio ambiente debido a los componentes químicos que se liberan cuando se queman en la atmósfera». También, añade, «seguimos preocupados por la falta de satélites y sistemas de medida para observar la alta atmósfera, trabajando para apoyar misiones candidatas a ser lanzadas por la Agencia Espacial Europea que podrán ayudar a paliar esta situación, como CAIRT o KEYSTONE y CHESS, de la Universidad de Berna y también con el apoyo de la ESA y la Federación Astronáutica Internacional».

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